Un blog escrito desde Bilbao, para hablar de las cosas que pasan, de salir con niños, de qué hacer un domingo lluvioso, de libros, de si combinar o no el bolso con los zapatos, para reírme de las pequeñas anécdotas que nos deja cada día, de todo en general... Sobre todo, un blog para aprender de qué va esto de los blogs...
martes, 15 de mayo de 2012
Semana Santa III: Granada
Quien no ha visto Graná no ha visto ná.
Siguiendo el periplo semanasantero (un relato largo tiempo interrumpido, momento nodoypamás nomedalavida) he pensado en un arrebato que igual acabo, ¿no? Y procedo a otros temas...
Pues de Córdoba nos fuimos a Granada; llegada el jueves santo, salida el domingo ídem (de resurrección, tal vez...¿?).
Es una provincia sorprendente si vas del norte, porque llevas el concepto de que no vas a ver verde y la verdad que sí que ves, bastante además. He estado varias veces y aún recuerdo la sorpresa que me causó la primera vez que fui. Me habría gustado visitar Loja (manantiales a tutiplén, la mayor reserva de esturiones en cautividad, con ¿400000?, un caviar ecológico rico-rico...) pero no nos daba tiempo. La vida de los padres-que-viajan-con-niños es muy dura, la agenda muy apretada... Total, que habría que verlo pero que no puedo opinar porque no estuve.
Llegamos a la ciudad. Habíamos buscado un hotel delicioso en el Albaycin, con encanto pero sin parking. De hecho, sin poder llegar en coche porque la calle es dos cosas: peatonal y estrecha. Pero muy bonita. Es un hotel en un palacio de no sé qué siglo, con un patio interior y las habitaciones dispuestas en varias plantas en torno a él. La suite 302, impresionante. Un dúplex, la planta superior al tejado, una ventana como de cuatro metros de altura mirando directamente a la Alhambra, iluminada de noche con sus pendones, y, casualidad, una luna llena-llena-llena. Impresionante. Precioso. Hotel Shine Albaycin (www.shinehotels.com). Nos sugirieron que llegáramos antes de mediodía, porque con las
procesiones Granada se peta y no se puede circular. Como llevábamos coches grandes nos recomendaron un párking cercano, a 10 minutos andando (aunque con maletas no tiene gracia) donde podríamos meterlos sin problemas de altura o maniobrabilidad, el párking Trex.
Cágate lorito con el tema: Por la calle hay señales de tráfico que dicen: "cera en el pavimento", y tardé un rato en pillar que era cera-cera, cera de la que arde, que se lo toman muy en serio, las velas gotean y resbala telita. Además, cierran mogollón de calles y las vigilan con cámaras; tu navegador el pobre él que sabe, intenta todo el rato llevarte por el mismo lado, has pasado ya tres veces por la estatua del rey católico, empiezas a cargarte et voilá! Allá que llegas al bendito trex, tras haber pasado más rato casi dando vueltas que en llegar desde Córdoba.
Sorpresa, un pivote en el mismo medio y el encargado, que está lleno. Oiga no me mate que tenemos reservao. Hombre haber dicho que eran de hotel pasen-pasen. ¿Por aquíiiiiiii??????? Joderjoderjoder. Nada de sitio en la planta de salida como me habían dicho. Tuvimos que bajar al SÓTANO -2. Del primer párking subterráneo de Granada. 50 años oiga. Mi coche 550 de largo y 180. Otro 525 de largo. Pa enfilar la primera rampa, pegandito a la entrada, ya me jamé unas siete maniobras. Y pensando que como pegara arriba iba a tener que desinflar las ruedas porque marcha atrás ni de palo. En el sótano 2 tres veces enfilé para aparcar, porque los pasillos eran tan estrechos que no me daba el ángulo. Me cagué en tó en tó en tó (eso sí, ni una raya eh??) y aparqué. Y cuando llego arriba Iratxe había aparcao en una plaza reservada para el Juan Sebastián Elcano, pegada a la cabina del chorra que nos mandó abajo, y coches como golfs... entraban y se quedaban arriba. Pa no volver. Y pensando que para salir, como un coche largo aparcara pegado no me iba a dar la maniobra.
En fin. Trex kaka. Repetid conmigo, y anotad que el maromo os la lía en un momento.
Granada, qué decir... Un frío del copón. Nevaba en la sierra. Precioso. Ojo al turista, que vamos despendolaos rollo nada nada, cierro la maleta y si me hace falta algo lo compro allí.
Error.
Error.
Que se toman la semana santa muy en serio. Que está todo muy chapao. Bueno, abren los comerciantes árabes, claro, que para ellos no es semana santa. Pero venden ropa poco adecuada para el frío. Y carilla.
La Alhambra hay que verla, naturalmente. Pero al tema, porque lo bonito son los Palacios Nazaríes, y estos van con cita previa, como el médico (por ahora, mientras dure que haya médico y mientras dure que la cita te la den en el mismo calendario gregoriano y no en el que venga cuando esta civilización se colapse y venga otra (ya lo dijo el calendario maya, recordemos ;) ). Hay que pedirla por internet, y coges día y hora. Como te saltes el turno esto NO es como en la plaza. Very sorry pero no entras, te contentas con corretear por los jardines. Y como vayas sin la cita, directamente te contentas con corretear por los ídems. Recordemos pues pedir la bendita cita como dos o tres meses antes.
Nosotros nos dimos un homenaje, y comimos en el parador de la propia Alhambra. Intenté hospedarme allí, pero en enero ya no había sitio para todos. Ahora me alegro, porque el Shine es muchísimo más bonito. En el parador comimos muy bien, nos trataron estupendamente y supimos cómo comen los japoneses, porque una gran parte de ellos en general nos rodeaban. Callados. Comen callados. No importó, ya hablamos nosotros por todos ellos durante toda la comida.
Pasear por el Albaycín es una gozada. El Sacromonte, a donde inevitablemente acabas llegando, está un poco... a ver, yo en otras ocasiones lo vi más genuino. Esta vez estaba más abandonado, a la vez más orientado al turista, y en general merecía menos la pena. El Albaycín, sin embargo, merece la pena pasearlo. En época de procesiones, aún más, porque se engalana, la gente se viste de luto, con peinetas y mantillas y medallas y tacones, y se llena de velas y mola. Sobre todo de noche. Sobre todo si hay luna llena sobre la Alhambra. No me extraña que se hayan inspirado allí para tantos relatos...
En fin. Contaría mucho más, pero es que al final me sale cada post interminable... :)
PD: foto del patio central del hotel.
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