jueves, 15 de marzo de 2012

¡¡alirón, alirón, tararan-tan-tan-tan tannnn!!!!!




¡¡Qué sequía de entradas tengo en el blog, qué sequía!!
Que no me da tiempo, últimamente no sé qué ando, pero cuando tengo un rato se me complica todo y no hay manera de juntar un cuarto de hora para escribir un rato. Total, se me están acumulando las vivencias y así no puede una gestionar su tiempo debidamente. Esto, que pudiera parecer normalísimo, resulta que es por lo visto que hago algo mal, y a poco que me descuide acabo inscrita en un máster sobre gestión del tiempo, o algo. Como quiera que no me caben más extraescolares, y yo al máster acabaría yendo con alguno/a/as de mis heredero/a/as, casi mejor intento no echar la gota friki en esta ocasión, me gestiono bien un rato y pongo el blog al día, que ya va siendo hora.


Pues acabamos de acostar a los vástagos, hoy bastante tarde, porque hemos tenido lío en casa. Es que ha habido partido, y como vivimos en una zona muy, pero muy ambientada con los partidos, pues me lié y organicé una en casa. Ojo: contra el Manchester United, oiga; partido de vuelta, después de un partidazo-partidazo que hicimos allí (pero qué ando, "hicimos", ¡¡¡pero si yo no sigo el fútbol!!!! Parece que cuando ganamos somos todos futboleros, ¿eh? ays, qué advenediza me estoy viendo...) y que ganamos (¿otra vez? ¿"ganamos?") 2-3, tocaba la revancha.

Ida: 8000 seguidores desplazados; el mayor desplazamiento de una hinchada de la liga española a un campeonato europeo, dijeron en cuatro. Ambientazo. Muy chulo. 2-3 y claro, la gente encantada.

Vuelta: San Mamés petao. En el cole de los críos hace semanas que hay una bandera de lado a lado de la fachada, y cuando hay partido en lugar de sonar el timbre para anunciar el final del horario escolar, toca el alirón (aquí somos de Bilbao, del mismo centro, para quien no sepa este dato). Hoy en lugar de una bandera había dos, una en cada planta, mogollón de niños estaban vestidos con la camiseta del Athletic y el himno llevaba veinte minutos venga a sonar cuando me he ido. Los jugadores han hecho el paseíllo.

Para foráneos, explicaré lo que ocurre en Bilbao con el fútbol, para que me entiendan. Y luego explico el paseíllo.

El Athletic de Bilbao es uno de los equipos más antiguos de la liga española; nunca ha bajado de la primera división (aunque ha habido momentos duros...), y tiene como hecho diferencial que exclusivamente se nutre de su cantera y/o de jugadores vascos o de ascendencia vasca. Vaya que si no eres vasco de nacimiento (no de apellido, ojito, no es cuestión de raza sino de cantera), o vasco de ascendencia (tus padres... nacieron aquí), pero llevas toda la vida jugando en la cantera, también puedes aspirar a jugar en el Athletic. O sea, que el equipo tiene poco donde elegir, habida cuenta que los demás equipos se fijan como límite un presupuesto, y no una tradición de estas características. Dicho sea de paso, de cuando en cuando las cosas van muy mal y se reabre el debate sobre extranjeros y no canteranos en el Athletic.

El campo de fútbol del Athletic es San Mamés, pero es conocido como "La catedral del fútbol", y por eso suelen referirse a él como "la catedral". A los jugadores se les llama "los leones". No sé si tiene algo que ver con San Mamés, lo de los leones, la verdad que lo voy a mirar luego por culturilla.

Es un campo viejito ya, con los días contados porque van a hacer otro que se solapa, física y temporalmente, con el actual. En una de sus fachadas tiene pintado un gran escudo del Athletic. Este escudo está centrado de manera que se puede ver nítidamente al fondo de una calle de Bilbao, la del Licenciado Poza que nosotros llamamos "Pozas". Es una calle larga, de poteo (bueno, aquí se decia de chiquiteo porque se tomaban chiquitos, o sea vasitos pequeños de vino; ahora se toman "potes" que es parecido), y es el eje en torno al que gira todo el ambientazo de la ciudad los días de partido. Cuando se acerca la hora, la calle se peta-peta del todo, no hay quien pase ni en coche ni andando, y todo son banderas, música y gente.

Bueno, pues hoy al equipo lo han traído al campo por todo Pozas en un autobús descubierto. Claro, los gritos eran un delirio.

Yo he invitado a gente a casa, y ha venido quien ha podido. He puesto un bufet con pollo frío, nachos, pizzas, mogollón de salsas, guacamole casero, coca cola zero, pepsi light (somos cada uno de un padre), cerveza sin, agua, trina (sí, de un padre), cerveza leffe, cerveza trappe cuádruple. He retirado las sillas al fondo, y he puesto platos de melamina de colores y servilletas de papel. Y así cada uno ha comido, bebido y visto el partido según le ha ido apeteciendo. La primera parte más tranquilos, la segunda más animados.

De camino a mi casa, a uno de los niños que venían de invitados le ha dado por rascarse la cabeza. Su madre le ha mirado así a lo tonto, y le ha descubierto piojos. Me ha llamado; faltaba una hora para el partido. Ha comprado tratamiento, y ha venido directa a casa. Entre las dos lo hemos untao al pobre, le hemos puesto el gorrito y lo hemos echado por la casa a ver el partido. Luego liendrera, jabón antibichos, nuevamente cronómetro... total, que se ha ido el niño niquelado. Limpísimo. Y bien cenado, porque el muy termita no ha parado de comer en todo el partido.

Y además he comprado cuatro metros de tela rojiblanca y he adornado la terraza de lado a lado. Como he tenido que quitar una bandera pequeña que había, me la he acabado poniendo de capita. La verdad que no entiendo a Superman, qué incordio la bendita capa, por dios, y qué calor que da....

En fin, me dan bastante de sí los días (por la mañana en el trabajo he ido a un curso, y por la tarde antes de recoger a los niños también he tenido mis tareas) (además no hago más que buscar un cuchillo eléctrico por toooooodo Bilbao, y no hay. Que ya se que es del año de la polka, pero quiero uno...)

No me aburro yo.

PD: la foto no es de hoy, que estaba muchísimo más lleno, pero era más de noche y no quedaban bien las fotos. La verdad que al acabar el partido eran todo lucecitas, toda la peña con el móvil whatsappeando...

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