martes, 31 de enero de 2012

si me queréis, ¡¡irse!!! (un cuarto de hora sólo, ¿eh??)






Quizá si me empeñara podría escribir una entrada entera con algo así como:
AAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHH!!!!!!, y rematar abajo del todo, como quien no quiere, con un ¡coño yaaaaa!!!!! Y es que no se me ha ocurrido nada mejor que plantarme en la juguetería del Corte Inglés a comprar un regalo para mi sobrina (hasta aquí, va bien)  a la salida de la clase de francés (ya se va viendo que se tuerce, a esas horas ya estamos cansados) y acompañada de
mis dos hijos mayores (en adelante, los implicados). Para novatos, diré que sí, que yo también sé que había que definir las reglas de antemano. Para ellos mismos afirmaré también que lo había hecho. Para padres veteranos revelaré que no ha valido pa ná. En mala hora mecagontó me ha dado por ir.
En cuanto hemos llegado al mayor le ha dado por darse como a flotar, y desvanecerse entre las estanterías de Lego con cara de ídem, balbuceando de vez en cuando halas y ama-miras que ya me han ido subiendo lo que viene siendo el ralentí.
Mientras, la mediana ha decidido adelantar su adolescencia unos siete años, y dedicarme un prólogo entero de paso-de-lo-que-hemos-quedado-y-te-vas-a-cagar-ama. Y ha empezado a rondarme con diversos juguetes menores (creo que ha pensado que siendo pequeños iban a colar más fácil) con los que iba y venía. Traía uno, yo le decía muy bonito, ella decía me lo compras, y yo le decía no. Y se iba por otro. Pero claro cuando se han acabado los juguetes menores y ha empezado a repetirlos yo he empezado a cambiar de registro y le he lanzado el ataque de sólo-te-lo-digo-una-vez, que ella ha placado con un fulminante llanto de tipo plañidero-pa-toa-la-planta bastante bien elaborado, todo sea dicho desde el orgullo de madre que se me supone.
Hemos estado un rato de tira y afloja mientras yo me decidía, y ella ha ido más allá, perfeccionando su jugada con un me meo ama que me meo memeomemeomemeomemeooooo que me ha hecho salir pitando, mientras le preguntaba si no tenía ganas un cuarto de hora antes, en clase de francés. Que no. Que no tenía. Yo creo que ha sido un espasmo de vejiga fulminante. O eso, o estaba dándome por saco. Mientras, había yo abandonado al mayor entre los mismos Legos de antes, con dos mochilas y con la misma cara de antes.
Cuando hemos vuelto, había variado su posición dos metros a la derecha, y la niña de repente ha vuelto a ver los (putos) mismos juguetes y ha entrado en bucle (again).
Yo para entonces estaba preparada, había elegido ya y me he lanzado en plancha sobre el mostrador, donde un dependiente al que fijo que sueno porque me suele atender cuando compro juegos para las Nintendo ha procedido, muuuy lentamente para mi gusto, a empaquetar los juguetes. La niña lloraba allí al fondo, y de cuando en cuando ululaba a ver si yo me ablandaba. Pero al que ha ablandado ha sido al dependiente, que flipaba mirándola a ella y luego a mí y luego a ella y luego a mí, mientras yo ponía cara de mujer de mundo y pensaba este tío no tiene hijos fijo-fijo. O igual sí, que con los tíos nunca se sabe, a veces tiene cuatro y se comportan igual que cuando no tenían...
Luego he intentado comprar aceite, pero el mayor me ha empezado a pedir gominolas, tartas, chocolates... y al final me ha dicho que conmigo siempre es no (pobre...esta vida es sufrir y sufrir...), he aprovechado para hacerme la picada y nos hemos ido.
El lento aullido de mi hija me acompañaba a la espalda, a una prudente distancia de un par de metros, que era lo más que se atrevía a dejar entre ella y yo para asegurarse de que iba oyendo sus lamentos de tipo aaayyyyy, si es que nunca, nunca, nunca es para mí, una cosita que pido y nada, yo nada, yo siempre nada, si no pido para mí, si era un mp3 con cascos (y forma de balón enano para cagarse de feo) de nada...y a mí me daba la risa y pensaba que encima la muy jodía es clavada a mí, que tengo una capacidad para montar un drama de una chorrada, y después retroalimentarlo y que me dure una tarde que para sí quisieran muchos guionistas...
Pues eso, hasta el moño he acabado.

PD, la foto la saqué hace algunos años en la misma juguetería. Que ahora que hay que recaudar impuestitos para financiar el mal gasto (no me da la gana de llamar gestión al gasto) igual habría que reeditar el juguetito...

3 comentarios:

  1. Ya decía yo que ese tipo de estantería me sonaba, jejeje.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. igual no fui yo la única que fichó esta serie de juguetes, hace dos o tres años...había coches-radar y otras herramientas de trabajo del benemérito cuerpo :D

      Eliminar
  2. Yo mas que ficharlos, he colocado unas cuantas, jajaja ;-)

    ResponderEliminar