Pues no era el día, no.
Consuela saber que no hemos sido los únicos que queríamos nieve en plan sí pero no, rollo deja deja, yo a esquiar no quiero ir que me descalabro, mejor por aquí cerca que los niños hagan un muñeco y nos tiren unas bolas, y a correr.
¿Por qué lo digo?
Bueno, pues porque ayer se debió de liar la de San Quintín en Urkiola, que la verdad pa haber mirao
por una esquinita, porque frente a la que se montó yo creo que la cuadri somos más aventureros en comparación que los jóvenes castores.
Resulta que cerraron Urkiola.
¿Por la nieve?, ¿por el hielo quizás?, ¿tal vez la climatología era requeteadversa?
¡¡¡¡¡¡Nooooooo!!!!!!
Por la peña, cágate lorito, por la tremenda cantidad de peña que tuvo la misma idea, y aquello se debió de petar de tal manera que finalmente se optó por la tal vez no democrática, pero sin duda prudente decisión de echar el cerrojo, aquí no cabe nadie más, ¡¡me lo quitan de las manos, me lo quitan de las manos!!
Yo he visto hoy un vídeo que algún alma caritativa tuvo a bien colgar, para dar docencia a descarriados y a cuadris, y la verdad era para tener miedo: niños desbocaos en trineo a tumba abierta que dan un salto que si te pillan al aterrizar, escayola es poco; madres dando alaridos del tipo tú no te muevas de aquí, peña bajando escalones nevados con bebés en brazos que como pa quitarles directamente la custodia hasta que aprendan que eso no se hace, gente despavorida sin freno cuesta abajo, esquivando a última hora potenciales víctimas... que en fin, si alguna vez se me ocurre ir a un sitio así en una ocasión así, con un plan así, por favor que venga alguien y me ponga este post directamente delante.
Nosotros lo hemos dejado para hoy, y la verdad que hemos fracasado.
Se ha puesto a llover que lo de Noé sólo fue un aviso, ha subido la temperatura y se han fundido hasta los casquetes polares. Cero nieve, oiga. Claro que yo he tenido a bien quitar el volumen del navegador (bueno, fue el macizo pero así lo he dejado), saltarme una salida porque era junto al peaje y yo estaba a mis cosas y no a mirar la pantallita muda, sumar así media hora de viaje y con ello pasar por una zona donde sí había nieve, y aún bastante, aunque también llovía a cántaros.
Claro, eso es peor.
Porque ya había convencido a mi pequeño ejército de que de nieve nada; a mis amigos ya se les habían revelado como a mí, y nos habían echado la culpa de que no hubiera nieve (angelicos...), pero más o menos el fuego estaba controlado y no iba mal. Pero claro, los míos SÍ han visto nievem y me he tragado unos veinte minutos de ama cuando puedas para en una esquinita que quiero tocar nieve ama cuando puedas para en una esquinita que quiero tocar nieve ama cuando puedas para en una esquinita que quiero tocar nieve...
Llovía mogollón, había 4 grados y no he parado. Hay veces que conceder esa ocasión al enemigo supone un grave error, a saber: todos los cinturones de seguridad a la porra, todos abajo, calaos, una que se cae en medio del charco, otro en plena nieve, el macizo que se viene arriba y se pone a liar a los niños descontrolao, la enana que quiere salir también del coche, un bolazo en la cabeza que me pone de mala leche, todos al coche y varios kilómetros de no sé por qué os hago caso y paro, que soy idiota, y tú eres el peor, que parece mentira.
Así que no he parado.
Eso sí, la verdad hemos comido bien y nos hemos reído casi todo lo que llevábamos atrasado de un mes sin vernos. Aunque han quedado cosas en el tintero, porque claro, con la novedad del blog... menos uno, que va el tío y dice ¿eh? ¿eh? ¿blog? ¿blog? ¿pero tienes un blog? ¡¡anda si no me había enterado!!
Ays, boys!!
PD: la foto la sacó el mayor en San Vicente de la Barquera. Que pa qué vale el dato, pero yo me acuerdo y lo doy. Ahí queda.
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