miércoles, 1 de febrero de 2012

the wave...if wave is the word I want :P




Estoy encantada.
En mi casa, la verdad, hay discrepancias. Por un lado, está el macizo, que adora la climatología de lugares como Caracas (ya, ya, la foto NO es Caracas, hasta ahí ya sé...), porque dice que es primavera tardía todo el año; temperatura constante, calorcito... En esto es igual que su madre.

Por otro lado, estamos los niños y yo. A mí siempre me ha gustado el verano; de estudiante significaba fiesta, playita, buen rollito... y ya por extensión pues así se ha ido quedando. La primavera era la antesala, todo huele a limpio, a verde, y también mola. En este hilo de pensamientos, no deberían gustarme otoño ni invierno, pero lo hacen y mucho. Claro que tengo mis condiciones: no me gusta cuando llueve mucho, ni cuando llueve de lado, ni cuando hace mucho viento, ni el sirimiri, ni casi nada del invierno. Pero me gusta cuando hace mucho, mucho frío y no llueve (ya si hace sol, ni te cuento), o cuando graniza, o cuando voy con los niños y llevamos botas de agua todos, y chapoteamos como patos por los charcos.
Se entenderá por tanto que con esto de la ola de frío (siberiana, que debe de ser lo plus del plus de las olas de frío; el calor, por contra, es más sahariano) yo estoy encantada.
Llevo todo el día mirando por la ventana con la esperanza de ver nevar en Bilbao. Mis hijos mayores se han levantado hoy ya dando botes ante la perspectiva, y en ésas andan. Yo miro de reojo los montecitos de alrededor a ver qué ocurre... pero nada. Que me ha dicho el macizo que el frío aún no ha entrado, y lo hará por Cataluña (lo que les faltaba).
Mientras, han elevado la alerta a naranja. La verdad que llevan unos años que no se pillan los dedos, no. Alertan con tal gama cromática que nadie puede decir nunca que no se lo habían advertido. Igual habría que refrescar la memoria con la fábula de Pedro y el lobo. Yo ya la dejaría puesta (la alerta, no la fábula) hasta abril; luego la cambiaría por lluvias, luego la ola de calor y quieras que no pues ya vas cubriendo el año a lo tonto a lo tonto.
Y si la temperatura mínima esperada en Bilbao es como deeeee.... menos uno (¡!), ¿cómo haríamos la alerta si fuéramos Siberia capital? ¿Alerta láser?
Mi diabólico plan es ir con la cuadri este domingo a la nieve. No creerse que a esquiar, ni nada de eso. No no no. Algo más rudo, más... dominguero, quizá sea la palabra. Que tenemos trineos, el año pasado con un bombo de nueve meses los lié, se compraron equipación, y me rajé con un hilillo de sentido común que me brotó de repente, más el de mis amigos que ya remató mi rajez, con lo que este año hay que tomarse la revancha. Pero claro, si he advertido del dominguerismo, cabe destacar que buscamos un sitio con nieve (poca) al que sea fácil ir en coche, sin riesgo de cadenas ni de nada. Vamos, que como no nieve en Kobetas lo vamos a tener difícil, y tendremos que revisar a la baja nuestras exigencias. Mientras, yo miro pa Kobetas cada cuarto de hora a ver si blanquea o me dice algo.
No obstante, si el domingo se da la histórica noticia de que un grupo de domingueros despendolaos han conseguido arrancar el primer alud del Pagasarri, habremos sido nosotros.

PD: la foto la sacó el macizo "allí" mientras yo andaba con Iratxe y cinco niños por Palencia. ¡No hay color!!

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