domingo, 19 de febrero de 2012

primer restaurante: Lo Más de Lo Más



Lo prometido es deuda, así que vamos allá con el primer post restaurantil...

El viernes pasado quedamos a cenar el macizo y yo con unos amigos. Llegamos al viernes en fase puffff, también llamada fase agotados, especialmente porque yo los viernes voy con los herederos a clases de pintura, que acaban a las ocho, que siempre es a las ocho y cuarto, y entre despedidas y cierres llegamos a casa a las nueve menos cuarto.


Claro, una se habría puesto glamurosa y divain, pero sólo de pensar en salirme de los vaqueros y encajarme unos tacones en los pies me dio como un vahído, un mareo tonto y me dije que para qué sufrir... cambié el bolso mother-size por un clutch (varones, al diccionario para chicos II) de color verde musgo a juego con las deportivas que llevaba, y andando que nos cruzamos Bilbao para ir a cenar.

Queríamos -porque sabíamos que llegaríamos rollo vaqueros y deportivas, y nuestros amigos también estarían cansados- un sitio tranquilo, sin etiqueta, para una cena sencilla y una charleta. Estuve barajando algunos sitios nuevos y no tan nuevos de Bilbao junto a mi amiga, la mitad de nuestra pareja acompañante, y finalmente propuse un sitio que no conocíamos ninguno, con un nombre que me llamó la atención y una política que me atrajo. Se trata de Lo Más de Lo Más, en Colón de Larreategi 11, en una pequeña galería comercial -la primera que hubo en Bilbao, pequeñita, en la que también está el restaurante Trueba, supongo que en homenaje al cine Trueba que hubo durante decenios en esa misma calle un poquito más abajo- y la sombrerería a la que dediqué un post hace unos días. No tuve los reflejos de hacer una foto, a ver si me acostumbro a esto del blog...

En la descripción hablaban de un sitio que ponía Jazz y Blues con discos de vinilo, con música en directo viernes y sábados. Me costó dar con su página web, que resultó que no funcionaba. Imaginé que habían reservado el dominio sin construirla, aunque en ese caso, resulta torpe publicitarla, ¿no? Encontré una foto, y me pareció que antaño había sido un bar y estaba reconvertido en restaurante; aún conservaba la barra, y las mesas están junto a ellas. Pregunté si funcionaba, porque una cosa es una cena sencilla y otra cenar junto a una barra con mucho meneo, y me dijeron que no.

Cuando llamé, pedí una mesa en un rincón en lugar de junto a la barra; me dijeron que estaríamos a gusto y que no sabían -no era hora de apertura- cómo estaban las reservas. Pregunté por la música en directo, y me dijeron que no tenían; en el local comentaron que las cenas iban flojas y no les merecía la pena.

Cuando llegamos había una pareja cenando, y al fondo un señor repantingado en una de las sillas de una de las mesas; el señor iba de blanco, y se levantó cuando preguntamos a la camarera por nuestra reserva. Resultó ser el cocinero, y creo que el dueño. Igual vigilaba la cara de los clientes que ya estaban allí al degustar el menú, si no no tengo claro qué pintaba allí sentado...

Nos costó pedir una caña antes de cenar, mientras esperábamos a nuestros amigos, porque la camarera revoloteaba demasiado rápido para nuestras corteses maneras. Ya lo conseguimos, llegaron los amigos y nos dieron las cartas. Les dimos una vuelta, y nos surgió una duda. Comeríamos el menú de cena, compuesto por pata de pulpo a la brasa con cachelos, chuletón para dos y tostada de carnaval (con media botella de vino por persona, 38 euros; nosotros cambiamos el vino por un Remelluri, total 52 euros/persona). Pensamos en pedir una ensalada, y quisimos saber si tooodo ello sería demasiado y debíamos sustituir la mitad del pulpo, o sumarlo todo.

Preguntamos a la camarera. Nos repitió el menú, y a nuestra pregunta formulada por tercera vez nos contestó, sonriente pero en plan bonicos que ya estamos dando vueltas a lo mismo catorce veces, que "ustedes verán". Entonces salió el cocinero de la cocina preguntándonos, yo creo que con amable intención pero con poco tiento a ver qué problema teníamos, y cuando le dijimos que ninguno y bromeamos un poco él nos dijo que él tenía muchos. Tras este intercambio tan íntimo de no sé qué, nos sugirió cómo enfocar la cena y nos pusimos de acuerdo, de buen rollo, eso sí, porque somos gente conciliadora y muy guay.

El pulpo estaba muy, muy rico. Requeterico, la verdad. El chuletón lo sirven en plato caliente, que no aguanta demasiado tiempo caliente. Estaba razonablemente rico, pero con esos nerviecillos y esa dureza que te dice que la carne no estaba aún en su punto justo. La ensalada de ventresca estuvo rica, y la tostada de carnaval, de crema, también estuvo muy buena.

A todo esto, sólo hubo una tercera mesa ocupada; al pedir el chuletón nuestro cocinero decidió que necesitábamos más sitio que la mesa enana que ocupábamos, y nos invitó a ocupar la mesa del rincón que yo inicialmente había solicitado, cuyo uso por nuestra parte estaba supeditado al estado de las "otras reservas" inexistentes. Cuando retiré mi silla para sentarme en mi nueva mesa, la encontré ocupada por una servilleta usada, cuidadosamente doblada y depositada allí para que los arqueólogos la encuentren en caso de que nos extingamos y nos busquen dentro de, pongamos, tres mil años.

El baño estaba usable, pero con esas cositas por el suelo que no se justifican habida cuenta que en el restaurante estábamos seis señoras nada más, lo cual orienta a que lo friegan con menor frecuencia de la que a mí me gusta. Llámame maniática, pero el estado y la limpieza del baño de chicas, así como si hay papel o no, son para mí determinantes y si el baño no mola, generalmente el sitio pierde puntos de manera hemorrágica.

Pues vaya. No fue una experiencia terrorífica, pero no repetiré. Ahí queda la reflexión.

PD: la foto no es de esa noche; está sacada en casa de unos amigos que nos quieren y saben que al macizo le gusta el Oporto. Creo que probó uno exquisito de manos de un portugués, y desde entonces el muchacho lo mira con ojitos. Y también a un buen Pedro Ximénez. (Por cierto, queennie, ya que pronto iremos a vuestra casa a cenar de nuevo, ¿queda Oporto, o llevo yo??)

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