Un blog escrito desde Bilbao, para hablar de las cosas que pasan, de salir con niños, de qué hacer un domingo lluvioso, de libros, de si combinar o no el bolso con los zapatos, para reírme de las pequeñas anécdotas que nos deja cada día, de todo en general... Sobre todo, un blog para aprender de qué va esto de los blogs...
domingo, 5 de febrero de 2012
the cuadri is back in town
Bueno, está hecho.
Ya tengo neumáticos de invierno, coche 4x4 con reductora, ropa de nieve, trineos, y quizá lleve bengalas, un camping-gas para por si acaso, dos tipis y los planos para hacer un iglú. Con eso, mañana la cuadri se va a la nieve. Pero a nuestra manera.
Cuentan por ahí que hay nieve por todas partes... menos en Bilbao; todo el día entre agua de nieve y copitos, pero no cuaja. Creo que justo hasta donde abarca el botxo, y por detrás de todos estos montecitos que nos rodean debe de ser el mismo reino de las nieves. Ojalá.
Allá que vamos. Claro, resulta que somos unos cagaos y tampoco queremos aventurarnos donde nos podamos liar con los coches. Tras una idea loca de Iratxe de subir al Pagasarri andando desde aquí (con la enana en la mochila, y todo el equipaje, cuando apenas tiene nieve el montecito), hemos vuelto a mi plan original, a saber:
Nos vamos a Arcos de Quejana. Es un Hotel-restaurante en Quejana, en la falda de un monte, y anteayer me dijeron que tenían una boda mañana y habría que alquilar una quitanieves si seguía así, lo cual espero que haya sucedido. El hotel tiene terreno, unos manzanos con una cuestita, amplias campas... y está en medio de un montón de campas y cuestas, así que para algo ya nos dará.
El plan es llegar, soltar a los miuras, soltar a los hijos de los miuras, y que se cansen todos haciendo el burro. Si hay menos nieve de la esperada, subiremos un poco más arriba por el puerto y ya está.
A las dos y media, comemos. Por supuesto, he pedido ya la comida de los niños (pasta, uno sólo con tomate, otro carbonara, el resto boloñesa, pechugas y postre; todos lo mismo), la nuestra la pediremos a la carta o de menú especial; hemos cogido un reservado como para quince. En una sala aparte hay una animadora para niños, sin coste adicional. Y en la calle más nieve, que vigilaremos desde las ventanas del reservado, que está en un primer piso, si quieren jugar allá un rato más después de comer.
Como tenemos el carné de Amigos de Arcos de Quejana (no sé dónde....), me hacen un 10% de descuento.
Y después a casa, no demasiado tarde para que no hiele.
Sí, es verdad, un plan muy poco arriesgado, nada de esquí de travesía, pero... ¿no mola?
Ya os contaré...
PD: la foto es de una aventura anterior; esto es en el Pirineo navarro, casi en la vertiente francesa.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario