Un blog escrito desde Bilbao, para hablar de las cosas que pasan, de salir con niños, de qué hacer un domingo lluvioso, de libros, de si combinar o no el bolso con los zapatos, para reírme de las pequeñas anécdotas que nos deja cada día, de todo en general... Sobre todo, un blog para aprender de qué va esto de los blogs...
domingo, 5 de febrero de 2012
otro plan con niños (van 2), a ver si mola...
Venga, una de niños.
Yo no tenía ni idea de lo que era el cemento.
Sí, esa cosa gris que va en camiones, dando vueltas, que se pone entre ladrillos y fragua y siempre hay un perro o un señor que consigue dejar la huella justo antes, si en lugar de entre ladrillos vas y lo pones por el suelo.
Más o menos, lo que hay que saber, ¿no?
¡Pues no!
Hay un montón de cosas que aprender sobre el cemento, sobre la piedra que lo compone, cómo se muele, con qué se mezcla, las diferentes clases de hormigón, lo que es hormigón, lo que es cemento...
La verdad que se aprenden en un rato, pero hay un sitio estupendo para que te las expliquen bien.
¿Dónde?
Pues en una fábrica de cemento, claro.
Y es que hay una fábrica que decidió dedicar su antigua escuela a esta enseñanza, y creó un Museo del Cemento donde puedes aprender todo el ciclo del cemento; si es un grupo de más de seis personas te hacen una visita guiada; además, los niños tienen un taller en el que hacen una figura de cemento, y así comprueban las reacciones térmicas que tiene al ir fraguando. Luego la pintan y se la llevan a casa (ejem), que les hace mucha ilusión. Eso sí, no hay que contar con que el bicho se rompa o algo, porque, repetid conmigo, es ce-men-to. ¿O era hormigón?
Ah, pues no lo digo, el que quiera que vaya y lo aprenda allí.
Es en Gipuzkoa, en la avenida de Añorga de San Sebastián. La fábrica se llama Cementos Rezola. La web:
http://www.museumcemento.rezola.net/
La visita puede durar una o dos horas, según lo curiosos y preguntones que seáis. Luego es buena idea ir a comer a Donostia; nosotros fuimos al restaurante que está en la azotea del Aquarium, que se llama Bokado. Comimos a gusto, tenía unas vistas preciosas y afuera una terraza donde salieron los niños a jugar mientras los mayores acabábamos. Rematamos viendo el Aquarium por la tarde, que no es muy grande pero sí resulta entretenido; tiene un túnel bajo el agua, y hay tiburones nadando por encima, junto con rayas, meros... y a los críos les encanta.
Y después... a casita, que hay una hora de viaje y al día siguiente era lunes...
Enjoy :)
PD: la foto se hizo sola en unos columpios, pero me gustó y no la tiré. Y ahora me parece que me gusta más, para hablar de excursiones y de patear sitios, ¿no os parece?
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario