una de sombrereros en Bilbao

Hoy va de tiendas y de sombreros.

Una amiga compra habitualmente en los mercadillos de Roma, la tía. Tiene experiencia y buen ojo, así que consigue cosas estupendas, verdaderas antigüedades en perfecto estado.

El otro día apareció, aprovechando que hacía bastante frío (claro, he visto que hay gente en Rusia que lee este blog, cágate lorito, y hablarles a ellos de frío estando a tres grados aquí me da como pudor, pero es lo que hay: yo a tres grados tengo frío... será la humedad...)

Pues eso, aprovechando que hacía bastante frío se plantó la tía un sombrerito (ella adora los sombreros y los lleva con naturalidad, así que le quedan genial; a mí me pica la cabeza, se me aplasta el pelo, me dan calor y al final me agobian, así que supongo que me quedarían fatal) muy bonito; el casquete era de astracán, y alrededor llevaba una tira de visón. Algo en se hechura me decía que era antiguo.

Mi amiga me lo confirmó.

Habíamos estado hablando unos días antes, ella con una bolsa en la mano, y me dijo que se iba a que le arreglaran un sombrero. No le di importancia, pero este día que cuento me acordé, y me confirmó que el sombrero que llevaba puesto era "el" sombrero antiguo que quería reparar.

Se lo quitó. El forro era morado, morado nazareno súper bonito. Al visón le habían quitado las garras y la cabeza porque a mi amiga, con buen criterio, le daba grima llevar aquello rollo Daniel Boone, y le habían recolocado la cola para completar la circunferencia del gorrito.

Y aquí el tema: ¿dónde?

Pues en Bilbao ya apenas quedan artesanos sombrereros. Ella había ido a una tienda de sombreros de toda la vida, ésa que está en la calle Colón de Larreategi, frente a los juzgados, como en un entresuelo. La señora que atiende lleva toda la vida haciendo sombreros por encargo, y fue quien le sugirió cambiarle el forro (más higiénico, y un aire nuevo) y le arregló el bicho.

Mi amiga sabe mucho de estos trabajos, y quedó encantada. Por lo visto la señora hace maravillas por encargo, diseñadas por y para cada clienta. No sé cuánto tiempo más seguirá allí...

Pues eso, atreverse niñas que a ver quién manda, si los que nos ven han de decidir cómo nos mostramos, o nosotras mismas somos quienes tomamos esa decisión...

PD: J. , ¿esta foto me la diste tú?... yo creo que es de tu acuario...